Fibra óptica, comida rápida, tren de alta velocidad, compre hoy y mañana lo recibirá en casa, cursillo de fin de semana de defensa personal, cita a ciegas, si te vi no me acuerdo, expresa una idea en 140 caracteres. Ideas comunes en nuestro tiempo. Estamos continuamente corriendo para al final llegar tarde y luego perder el tiempo tontamente.
Nada de esto vale cuando pretendes aprender una arte marcial como el Shorinji Kempo.
El maestro John Merlin, citando a los mayores, insistía en las tres etapas necesarias para aprender (y llegar lejos) en defensa personal, artes marciales o cualquier cosa que quieras emprender. Estas etapas son SHU, HA y RI.
SHU (imitar). Haz lo que se te dice. Repite lo más fielmente posible lo que hacen tus instructores o los alumnos más avanzados. Tu sensei no será el mejor sensei del mundo, pero es la referencia que tienes. No discutas. No inventes. Poner una base sólida te puede ocupar unos pocos años. Solo así podrás pasar a la siguiente etapa.
HA (adaptar). Eres más alto o más bajo. Más fuerte o menos. Tal vez tengas alguna limitación física. Tendrás una determinada corpulencia. No podrás tergiversar la técnica, pero sí podrás hacer pequeñas modificaciones que vienen mejor con la estructura corporal que tienes, o con tus particulares habilidades innatas. Echa otros pocos años en esta etapa.
Llegará el momento en que habrás asimilado bien las enseñanzas de tus maestros, habrás comprendido los fundamentos que se esconden detrás de las técnicas, e interiorizado y automatizado los mecanismos que permiten construir un movimiento con éxito. Sustituirás, sin darte cuenta, una forma por otra dependiendo de la situación. Ha llegado el momento de despegar (RI).
No te saltes las etapas.
Me río yo de los que con cinco o diez años en una actividad, ya se consideran unos expertos.
José María Gil Corral